3/26/2015

¿Por qué un blog llamado ProQueer?

Mi primera entrada a mi nuevo blog ProQueer debería dedicarla a explicar un poco de qué va mi nuevo blog en la blogosfera Cubava, accesible en la intranet nacional. Bueno, no será la primera en realidad, pues ya publiqué en esta nueva bitácora mi más reciente entrada en el blog HomoSapiens@Cuba ubicado en la plataforma de blogs de Google, no accesible para todas y todos en Cuba.
Elegí el nombre ProQueer por considerar necesario enfocar mi bitácora en los contextos de las prácticas y teoría Queer. Sin denostar en lo absoluto otros enfoques en relación a los géneros y las sexualidades, creo en su  potencialidad transformadora y revolucionaria.
Lo queer desconstruye las rígidas categorías en las que se ubican las identidades sexuales y de género, que en mi opinión tienen marcados sesgos y limitaciones en la promoción de cambios a nivel del imaginario social y sobre todo en las políticas hacia las sexualidades y géneros no heteronormativos. Ser hombre, mujer, gay, heterosexual, lesbiana, bisexual, transexual, practicar la monogamia o no asociarse eróticamente con alguien no son categorías inmutables ni fijas.
Desde lo queer se aboga por una flexibilidad infinita en las maneras de orientar y sentir el deseo sexual, gozar las prácticas sexuales y en el establecimientos de parentescos que no persiguen únicamente la reproducción y la subordinación de un grupo humano hacia otro, de acuerdo a los preceptos de la familia nuclear.
Algunas personas consideran que lo queer equivale al anarquismo en política, otras dicen que favorece el caos. A mi entender lo queer debe interpretarse desde un enfoque más complejo, menos reduccionista y binario.
Desde la fuerte influencia del pensamiento postmoderno postestructuralista lo queer percibe al género y al deseo erótico de forma no linear, considera las identidades de género porosas y fluidas, de manera que pueden parecer caóticas, con límites borrosos, pero al mismo tiempo ese aparente caos genera una organización que deviene en una nueva —y siempre cambiante— estructura social que no perciba a los diferentes sexos,  géneros y deseos sexuales como elementos distintivos en la asignación de poderes asimétricos.
Lo queer propone responsabilidad y respeto consigo mismo y hacia otras personas y que nadie, absolutamente nadie, sea un paria por su género o deseo.
La vida empática, con entera libertad para expresar la singularidad del ser humano en cuanto a los géneros y a las sexualidades, sin requerir ser nombrado o normalizado por la cultura o el estado, resulta una propuesta para hacer el mundo habitable.
Aunque suene algo reduccionanista, si tuviese que relacionar lo queer con determinada ideología sería con la utopía del comunismo.
Las bases marxistas  (antiestalinistas y  antitotalitarias) de la teoría queer integran y reconocen a los géneros y al deseo sexual en las luchas por la emancipación del ser humano.
La Revolución Cubana tiene en lo queer una fuente de pensamiento crítico complejo, antineoliberal, mutidimensional e interseccional.
Lo queer también ofrece herramientas para erosionar otras causas de discriminaciones vigentes en Cuba, como la racialidad, el estatus económico, la clase social, el origen geográfico, la nacionalidad.
Comprende a múltiples ciudadanías más allá del paradigma de ser cubana o cubano en un estrecho marco. La integración verdadera, sin asimilaciones dictatoriales por las mayorías son las bases para una verdadera unidad en un proyecto de nación socialista y de inspiración martiana.
Desde esta perspectiva veo la conexión de lo queer con el proyecto revolucionario cubano en su transición al socialismo y en la necesidad de avanzar y despojarse de enfoques conservadores, y dogmáticos en relación a los géneros y las sexualidades. [Centro Habana, 26 de marzo, 2015]

3/10/2015

Open letter to the Members of the National Assembly of People’s Power [Cuban Parliament] on the Draft Family Law

Havana, February 14, 2015    To the Members of the National Assembly of People's Power:    Miguel Barnet Lanza  Miriam Ofelia Ortega Suárez  Mariela Castro Espín  Raúl Suárez  Pablo Odén Marichal Rodríguez    Dear compañeras and compañeros,    I am writing to you as a Cuban citizen to express my deep concern about the recent publication in different national media of articles and news coverage advocating for the exclusive legitimacy of heterosexual marriage and hetero-parental nuclear families, in keeping with the constant bombardment of sideways and hetero-normative information –more or less explicit–about motherhood and parenthood, low birth and fertility rates in Cuba, as well as a unique and discriminatory definition of the Cuban family.    In its February 14, 2015 issue, the Official Organ of the Communist Party of Cuba [Granma newspaper], in digital and print versions, published a full page article "Un código de amor para la familia" [A law of love for the family]. In the subhead, journalist Lisandra Fariñas Acosta says: "Four decades after its enactment on February 14, 1975, Cuban Family Code remains an example of progressiveness and legal superiority in Latin America".    The text content shows the progressive and revolutionary character that, undoubtedly,the promulgation of the Code had in 1975. Some of the experts interviewed also acknowledged the need to update it. However, it neglects to refer to the amendments proposed by the Union of Jurists of Cuba and the FMC [Federation of Cuban Women] along a long process of almost twenty years. There is no mention, either, of the suggestions made by the Ministry of Justice or of the current status of the draft Family Law.    The Family Law in force is conservative and obsolete in the light of our socialist project inspired by Marti and available scientific evidence. Therefore, it requires an immediate updating that upholds the rights of a large group of Cuban citizens who do not feel represented in the letter and spirit of the current version.    Taking into account the legislative initiative that you have as Members of Parliament, I propose the following for your consideration:    Redefining the concept of family from a diversity approach: with full recognition of unions between persons of both genders and of the same gender, and for equal rights for transgender persons to form families without the need to undergo medical treatment for gender reassignment;    Recognizing single-mother and single-father families;    Expanding marriage to unions between persons irrespective of gender, and guaranteeing the associated rights without distinction. Although I personally do not approve of marriage because of its patriarchal and asymmetric nature, I consider it an inalienable right of every citizen male and female;    Granting legal recognition and equal rights to polyamorous unions;    Granting adoption rights to same-sex couples, or single persons; making more flexible the legal and bureaucratic mechanisms to expedite the exercise of this right.    Explicitly setting the right of lesbian women to assisted reproductive procedures, as well as the right of any other woman who wants the procedures; lifting the requirement of legal formalization of her relationship with a man;    Recognizing the reproductive rights of men without an affective-erotic relationship with a woman;    Redefining the definition of custody, guardianship, and care for more flexible and individualized legal forms;    Recognizing the right to a full and safe life within a family of the persons who do not feel identified with the legal gender identity they were assigned at birth. This includes the normal development of infants with these characteristics;    Enforcing the commitment of Cuba, as a signatory to the Convention on the Rights of the Child, to consider the child as a subject of law and clearly defining the legal frameworks related to child abuse; formulating their full right to receive education on sexuality with a non-binary approach (female /male) or hetero-normative (heterosexuality as norm and ideology);    Including and defining the different types of violence within families, and the grounds for its prevention and individual attention;    These are some of the things that would really make our Family Code an updated, revolutionary and progressive instrument, as required by Cuban social reality of the 21st century.    With no further matters,    Alberto Roque Guerra  aroqueg@infomed.sld.cu     A CubaNews translation. Edited by Walter Lippmann.  http://www.walterlippmann.com/docs4290.html

2/15/2015

Cuarenta años de Código de Familia heterosexista y excluyente

Pareciera que la errata en la última oración de la versión impresa del artículo Un código de amor para la familia publicada en la edición de Granma del pasado 14 de febrero da la razón al espíritu del Código de Familia vigente. La periodista Lisandra Fariñas Acosta cierra su artículo: «Vanguardista, revolucionario, símbolo de progreso: relaciones más justas, democráticas y equitativas al interior de la familia; que puede traducirse en más que concordia y amor, eso no ha sido el Código de Familia»

La autora también dice que es «ejemplo de progresión y superioridad jurídica en América Latina» pero no brinda elementos de Derecho Comparado sobre los contenidos del código actual y como excluye a las sexualidades y géneros no heteronormativos, reconoce solamente a la familia nuclear heteronormativa como legítima, es rígido y estrecho en los tema de adopción y no está actualizado en relación a los derechos de la infancia como sujeto de derecho, entre otros temas.

Aunque las y los expertos entrevistados reconocen la necesidad de su actualización, el artículo todo incita a no mover un solo músculo para situar al importante documento legal en el contexto actual. Para la periodista y aquellos que han aupado este artículo tengo algunas preguntas:

Si nuestro Socialismo es tan único y singular sería bueno que la autora me explique por qué un país capitalista como Argentina, que históricamente hablando estuvo hace relativamente poco tiempo bajo una feroz dictadura y un modelo democrático neoliberal, ha aprobado la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. ¿Y Brasil, Uruguay y en el Distrito Federal de México?

¿Por qué la autora no refleja que las propuestas de modificación del presente Código de Familia se están promoviendo desde hace más de veinte años y no se han incluido en el Plan Legislativo? ¿Dónde están las trabas? ¿quienes son los responsables?

¿Por qué no entrevistó a la Ministra de Justicia, la compañera Maria Esther Reus, sobre las modificaciones que el MINJUS propuso antes de ser enviado a la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular? Modificaciones, por cierto, que se han mantenido como un secreto de Estado a pesar de ser un asunto que atañe a toda la ciudadanía.

¿Qué piensan las ciudadanas y ciudadanos cubanos sobre el Código de Familia y su actualización?

¿Cuál es la opinión de los cientos de miles de ciudadanos que no nos sentimos incluidos ni reconocidos por el presente Código de Familia? [Centro Habana, 15 de febrero de 2015]


Sobre manifestaciones homofóbicas y transfóbicas en la Ciudad de Mantanzas

Mi solidaridad con los afectados por manifestaciones homofóbicas y
transfóbicas en la Ciudad de Matanzas. Socializo la siguiente carta
enviada por Elaine Saralegui Caraballo.

Por este medio nos dirigimos, a la Oficina de Asuntos Religiosos de la
ciudad de Matanzas.

Con copia a, la Dirección del Partido Comunista de Cuba de la ciudad de
Matanzas, a la Delegación del Ministerio del Interior de la ciudad de
Matanzas, a la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos, a la dirección
del CENESEX y al Consejo de Estado.
Nos estamos dirigiendo además, a todas las personas amigos y amigas;
cubanos y cubanas; a los revolucionarias y revolucionarios que sueñan y
luchan por una sociedad mejor y más justa para con todos los seres
humanos. A los Diputados,

La pasada noche del 31 de enero de 2014 en la ciudad de Matanzas, Marío
Isrrael Guerrero Cabrera y Armando Pacheco fueron abordados de manera
violenta por la policía, mientras se dirigían al Centro Recreativo "Las
Ruinas", lugar al que habitualmente van para bailar y divertirse; luego
de una semana de trabajo.

Después del encuentro acostumbrado del grupo Somos, en la Primera
Iglesia Bautista de Matanzas, mientras ellos caminaban para dicho centro
nocturno por el Viaducto de la ciudad; un oficial del orden público
afrontó a Mario Isrrael, de manera tajante para pedirle su
identificación, sin ninguna palabra de saludo que introdujera el
diálogo. Mario le da su documento que otro oficial recoge, alejándose
del lugar. Pasado un tiempo Mario le pregunta al representante de la
policía, el por qué del retraso a lo que este le responde, él se demora
el tiempo que le de la gana, por qué. El otro oficial regresa y le dice
que queda arrestado, que montara en el camión y que en el puesto de
policía se le explicará. El vehículo que lo condujo iba casi lleno de
personas asustadas que no sabían la causa de su detención. Al llegar a
la estación fue introducido en una celda junto a los demás, entre ellas
tres personas tarns que gritaban y reclamaban también. Pasada unas horas
y al ver que nadie le atendía, le pregunta a un policía por su situación
y le dice que él es un hombre enfermo que necesita tomar medicamentos;
dicho oficial lo lleva a una oficina le entrega sus pertenencias y le
sueltan. No sabemos nada de Armando, que quedó allí detenido en la
celda, ahora es imposible contar su parte.

Escribimos esta acusación profundamente ofendidos, pero con la esperanza
que cuestiones tan humillantes como estas no sigan aconteciendo. Estamos
renuentes a que las operaciones policiales se realicen con
procedimientos irrespetuosos y violentos, hacia ciudadanos inocentes, y
aunque no lo fueran, sabemos que estás no son las mejores maneras de
proceder. Denunciamos que a las personas sean detenidas por poseer algún
estereotipo que incomoden a los oficiales del orden público.

Solicitamos de ustedes el análisis de este triste hecho en espera de una
respuesta.

Cristianamente y revolucionariamente,
Elaine Saralegui Caraballo, Coordinadora Abriendo Brechas de Colores.
Samuel Rodríguez Cabrera, integrante de Abriendo Brechas de Colores

--
Este mensaje le ha llegado mediante el servicio de correo electronico que ofrece Infomed para respaldar el cumplimiento de las misiones del Sistema Nacional de Salud. La persona que envia este correo asume el compromiso de usar el servicio a tales fines y cumplir con las regulaciones establecidas

Infomed: http://www.sld.cu/

2/14/2015

Carta a abierta a Diputadas y Diputados de la Asamblea Nacional sobre Anteproyecto de Ley Código de Familia

La Habana, 14 de febrero de 2015

A las diputadas y diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular:

Miguel Barnet

Miriam Ofelia Ortega

Mariela Castro Espín

Raúl Suárez

Oden Marichal

Estimadas compañeras y compañeros,

Me dirijo a ustedes como ciudadano cubano para expresar mi más profunda preocupación por la reciente publicación en diferentes medios de información nacionales de artículos y coberturas periodísticas que abogan por la legitimidad exclusiva del matrimonio heterosexual, de las familias nucleares heteroparentales, a tono con el constante bombardeo de información sesgada y heteronormativa más o menos explícita sobre la maternidad y la paternidad, las bajas tasas de natalidad y fecundidad en Cuba y sobre una definición única y discriminatoria de la familia cubana.

En la edición del 14 de febrero de 2015, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba publicó a toda página en las versiones digital e impresa el artículo «Un código de amor para la familia». En el subtítulo la periodista Lisandra Fariñas Acosta dice: «Cuatro décadas después de ser promulgado, el 14 de febrero de 1975, el Código de Familia cubano sigue constituyendo un ejemplo de progresión y superioridad jurídica en América Latina».

En el contenido del texto se destaca el carácter progresista y revolucionario que, sin dudas, tuvo la promulgación del Código en 1975. También se reconoce por parte de algunas de las expertas entrevistadas la necesidad de su actualización, pero se soslaya las modificaciones propuestas por la Unión de Juristas de Cuba y la FMC en un largo proceso de casi veinte años. Tampoco se hace mención a las sugerencias realizadas desde el Ministerio de Justicia y sobre el estado actual del anteproyecto de Ley Código de Familia.

El Código de Familia vigente es conservador y obsoleto a la luz de nuestro proyecto socialista de inspiración martiana y desde las evidencias científicas disponibles. Por lo tanto requiere una actualización urgente que promueva la garantía de los derechos de un grupo numeroso de ciudadanas y ciudadanas cubanos que no nos sentimos representados en la letra y espíritu de la versión actual.

Tomando en cuenta la iniciativa legislativa que ustedes poseen como Diputados, les propongo la consideración de los siguientes aspectos:

  1. Redefinir el concepto de familia desde un enfoque diverso, con pleno reconocimiento de las uniones entre personas de ambos géneros, de igual género y de los derechos de las personas trans a constituir familias sin la necesidad de someterse a tratamientos médicos de transición de género.

  2. Reconocer a las familias monoparentales y monomaternales.

  3. Ampliar el matrimonio a la unión entre personas, independientemente del género, y garantizar los derechos que de ellos se derivan sin distinción alguna. Aunque en lo personal no apruebo el matrimonio por su carácter patriarcal y asimétrico, considero que es un derecho inalienable a cualquier ciudadano y ciudadana.

  4. Reconocimiento legal a las uniones poliamorosas, con igualdad de derechos.

  5. Garantía a la adopción por parejas del mismo género o por una sola persona, además de flexibilizar los mecanismos legales y burocráticos para hacer expedito este derecho.

  6. Establecer de forma explícita el derecho a las mujeres lesbianas a los procedimientos de reproducción asistida, así como a cualquier otra mujer que lo desee sin requerir la formalización legal de su relación con un hombre.

  7. Reconocimiento de los derechos reproductivos de los hombres sin que sea imprescindible la relación afectivo-erótica con una mujer.

  8. Redefinir la patria potestad y la guarda y cuidado hacia formas jurídicas más flexibles e individualizadas.

  9. Reconocer el derecho a una vida plena y segura hacia el interior de las familia de las personas que no se sienten identificadas con la identidad legal de género asignada al nacer. Incluye el normal desarrollo de las y los infantes con estas características.

  10. Hacer efectivo el compromiso de Cuba, como firmante de la Convención de Derechos del Niño y la Niña, de considerar al infante como sujeto de derecho y definir con claridad los marcos jurídicos en relación al maltrato infantil y el pleno derecho a recibir educación sobre la sexualidad con enfoque no binario (feminino/masculino) ni heteronormativo (lo heterosexual como norma e ideología).

  11. Incluir y definir los diferentes tipos de violencia en el marco de las familias, así como sus fundamentos para su prevención y atención diferenciada.

Estos son algunos de los elementos que convertirían realmente a nuestro Código de Familia en un instrumento actualizado, revolucionario y progresista, que requiere la realidad social cubana del siglo XXI.

Sin otro asunto,


Alberto Roque Guerra

aroqueg@infomed.sld.cu

aroqueg@nauta.cu



Matrimonios, patrimonios y otros demonios...

No podía dejar de escribir en mi bitácora sobre el Día del amor y la
amistad, más patriarcal y comercialmente conocido como Día de San
Valentín. Esta vez abordaré el tema del matrimonio, que no es nuevo ni
muchos menos, pero se reactiva por estos días desde las clarinadas
oficiales que promueven la supervivencia de una institución vetusta.
Las percepciones del matrimonio en Cuba han cambiado significativamente
en los últimos 56 años, todo ello gracias a nuevos derroteros globales
en relación uniones amorosas entre los seres humanos desde los valores
morales laicos occidentales y también a las propias dinámicas en que se
ha construido la sociedad cubana en tiempos de Revolución.
Cabe reconocer que en Cuba el divorcio se legalizó desde 1918 y desde
1959 hemos transitado desde el ideal burgués de la formalización de la
unión entre hombre y mujer hacia un incremento del número de divorcios y
de nuevas formas de unirse y conformar familias no basadas en el matrimonio.
Las razones son fundamentalmente económicas y se relacionan de forma
compleja con la crisis habitacional, a las migraciones internas y
externas, a una mayor equidad de género, entre otros factores.
También han emergido nuevas formas de parentescos con las que convivimos
a diario: familias con una sola madre, un solo padre, uniones de
personas transgénero, uniones de personas del mismo género y las uniones
poliamorosas de tres o más personas con un proyecto de vida
legítimamente consensuado.
Desde lo jurídico el marco sigue siendo estrecho, conservador y burgués.
Se reconoce en nuestra Constitución ¡Socialista! únicamente a las
uniones surgidas en matrimonio entre hombre y mujer. En las leyes que
de ella emanan se aboga por la entelequia de la igualdad de los
cónyuges, mientras en la práctica las relaciones de subordinación y
jerarquías siguen siendo la norma.
Estar heterosexualmente casado no genera automáticamente espacios de
libertad ni de felicidad. Muchas personas se casan por amor y otras no
necesitan de reconocimiento alguno que legitime su derecho a la
intimidad, al amor, al disfrute del placer sexual y a establecer
compromisos y proyectos de vida conjuntos.
El matrimonio sigue siendo fiel a su origen patriarcal y utilitarista y
ha quedado relegado fundamentalmente al reconocimiento y disfrute de los
bienes patrimoniales. Sus fundamentos abogan por una monogamia
hipócrita, contraria a las esencias y capacidad humanas de amar
simultáneamente a más de una persona. En ellos hay un doble rasero mucho
más exigente para las mujeres que genera las llamadas crisis de
infidelidad desde un marcado sentido de propiedad.
El matrimonio es un deseo del Estado también requerido por personas del
parejas del mismo género. Ese es un derecho incuestionable, pero me
opongo a que se mantenga una actitud acrítica hacia sus bases
patriarcales y que no se reconozcan jurídicamente a otras uniones,
también legítimas, incluyendo las relaciones poliamorosas con total
apego a la igualdad, la autonomía, la responsabilidad y la libertad de
cada persona.
El Estado debe garantizar el respeto a la libertad de cada sujeto adulto
para elegir responsablemente la manera en que desee asociarse afectiva y
eróticamente con otras personas adultas e intervenir solamente cuando
los derechos son vulnerados. No tiene derecho a meterse en la cama ni en
los modos en que las personas decidan amarse. De ser así, ame con
felicidad, pero todo el año. [Centro Habana, 14 de febrero de 2015]

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Este mensaje le ha llegado mediante el servicio de correo electronico que ofrece Infomed para respaldar el cumplimiento de las misiones del Sistema Nacional de Salud. La persona que envia este correo asume el compromiso de usar el servicio a tales fines y cumplir con las regulaciones establecidas

Infomed: http://www.sld.cu/